Maka
Maka
Que dura se hace tu ausencia, que vacía la casa y el hueco que has dejado en nuestros corazones. Ya no volveré abrazar tu cuerpecito cálido y suave, ni sentiré tu ronroneo junto a mí.
No me pelearé contigo cada mañana por el agua del grifo del lavabo, ni me arreglaré para ir a trabajar bajo tu verde mirada, que no se perdía ni un detalle. Pero jamás te olvidaré ni dejaré de quererte, mi gatito dulce, mi amor felino.
Adiós, Maka, se feliz donde quiera que estés; aquí, en la tierra, seguiremos pensando en ti y recordando los momentos tan felices que nos diste.